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Los investigadores han revelado detalles de una nueva especie de dinosaurio llamada Oksoko avarsan. Tenía un pico parecido al de un loro y sólo dos dedos funcionales en los antebrazos, uno menos que sus parientes cercanos, lo que sugiere una capacidad de adaptación.
Los expertos responsables del estudio han investigado esta especie durante seis años.
Dicen que este dinosaurio desdentado y cubierto de plumas habría vivido hace entre 72 y 66 millones de años, y que llegó a medir hasta dos metros de largo en la edad adulta.
Pero lo más interesante fue el descubrimiento de la evolución de la familia de dinosaurios oviraptor: nunca se había visto una especie que perdiera un dedo funcional.
Esto evidencia un cambio en la dieta y el estilo de vida.
Signo de evolución
El paleontólogo Gregory Funston, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), señala que es muy interesante que los esqueletos completos de las especies de Oksoko avarsan se hayan conservado juntos.
Esto demuestra que los jóvenes deambulan en grupos.
Sin embargo, el descubrimiento de sólo dos dedos le impulsó a investigar cómo cambió la extremidad anterior a lo largo de la evolución de los oviraptores, algo que nunca se había estudiado.
Este hallazgo reveló la pieza clave de por qué los oviraptores eran tan diversos antes de la extinción de todos los dinosaurios.
La investigación sugiere que las manos y los brazos de estas criaturas cambiaron drásticamente al migrar a nuevas partes del mundo, como América del Norte y el desierto de Gobi en Mongolia.
Incluso los huesos fueron descubiertos en Mongolia.
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Mediante el análisis detallado de otros esqueletos (marcas de identificación en cráneos y extremidades anteriores), el equipo pudo identificar a O. avarsan como una nueva especie.
El descubrimiento fue confirmado precisamente por la pequeña protuberancia de un hueso del tercer dedo, donde debería haber estado un dedo entero.
Adaptación a la vida en el desierto
La pérdida gradual de dedos habría ocurrido a lo largo de millones de años.
Así que los investigadores creen que puede haber sido una adaptación a la vida en el desierto.
Además de este descubrimiento, los esqueletos se recuperaron en poses de descanso, por lo que las especies probablemente pertenecían a grupos sociales.
Todavía queda mucho por descubrir sobre los oviraptores del Cretácico Superior que vivieron en esta parte del mundo, como el color de sus huevos y los nidos que construían.
Sin embargo, el nuevo estudio ofrece algunas ideas interesantes sobre su evolución y diversificación.
Los investigadores concluyen en su artículo que los oviraptoridos parecen haber sido excepcionalmente capaces de diversificarse y coexistir en los ecosistemas del último Cretácico de Asia.
Aunque eran menos numerosos, eran diversos en los ecosistemas que habitaban.
Por lo tanto, ésta parece ser la pieza clave que falta para explicar la capacidad de esta especie para adaptarse a diferentes hábitats y suministros de alimentos, como lo demuestra el cambio de tres a dos dedos funcionales.
La investigación se ha publicado en la revista Royal Society Open Science.