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Es unánime que la esclavitud es una mancha -profunda e ineludible- en la historia de la humanidad, por lo que todavía es posible, en pleno 2022, descubrir cómo se desarrolló este atroz proceso. Un naufragio español recientemente descubierto sacó a la luz algunos datos sobre los últimos años de la trata de esclavos.
El imponente Guerrero, un barco negrero español con destino a Cuba, se hundió en los Cayos de Florida (un archipiélago de islas tropicales que se extiende desde el sur del estado de Florida hasta el Golfo de México) a principios del siglo XIX (19) tras ser perseguido por una goleta antiesclavista inglesa, la Nimble, en 1827.
Navegando ilegalmente, el Guerrero fue un buen ejemplo de incumplimiento de la ley: en una época en la que el mundo veía nacer las leyes antiesclavitud, Cuba seguía adquiriendo mano de obra africana. España, interesada en los beneficios, ignoró los decretos y tratados que impedían -al menos en teoría- el tráfico transatlántico de esclavos.
Inglaterra, sin embargo, pasó de ser un especulador a un vigilante, enviando un grupo de la Royal Navy para patrullar en alta mar; su misión era acabar con el comercio y liberar a las personas encadenadas y maltratadas "por un tráfico tan inhumano". Aunque existían tratados, incluidos los realizados entre España y Gran Bretaña en 1835 y 1845, los esclavos seguían yendo y viniendo en grandes cantidadescantidades.
A mediados del siglo XIX, medio millón de africanos estaban esclavizados en Cuba. Estados Unidos se convirtió en el socio comercial más influyente de la isla, representando el 34% de las importaciones y el 44% de las exportaciones. Cuanto más azúcar producía Cuba, más demandaba su clase alta lujos internacionales. Cada africano recién traficado producía una tonelada extra de azúcar, que alimentaba y engordabaSólo en 1886 terminó oficialmente el comercio ilegal de africanos en Cuba.
Una persecución mortal anuncia el principio del fin de la trata de esclavos
El 17 de diciembre de 1827, el Nimble estaba cruzando el Estrecho de la Florida cuando vio la vela del Guerrero, que pasaba por Cayo Naranja, en las Bahamas, bajando por el mismo lugar al mando del capitán José Gómez, con la esperanza de evitar a los británicos que patrullaban la costa norte de Cuba. Este fue el primer momento que anunció el fin del gran barco negrero. Su empresa fue casiperfecto, ya que el barco hizo todo el camino desde Nigeria hasta las Bahamas.
Mientras giraba hacia el sur, en dirección a La Habana, el Guerrero fue avistado por el Nimble. El Nimble estaba armado con ocho cañones, pero los 14 cañones del Guerrero, más potentes, tenían el poder de hacer volar por completo al patrullero inglés. A seis millas de Cayo Largo, Florida, el Guerrero fingió rendirse y aceleró con toda su fuerza. La persecución tomó entonces forma; la brisa, sin embargo, eralanzando los barcos hacia los Cayos de Florida, donde el Guerrero colisionó con un arrecife de coral muy bajo y afilado. Los mástiles cayeron y la caja se desgarró. De los 561 prisioneros, 41 se ahogaron.
Mientras el Guerrero se hundía lentamente en el océano Atlántico, los gritos resonaron a lo largo de tres kilómetros en la inmensidad del océano; los gritos eran "indescriptibles", según el informe de un periódico local.
Descubrimiento

El buzo Kramer Wimberley utiliza un detector de metales para buscar restos del Guerrero y el Nimble en los Cayos de Florida. Imagen: Associated Producers Ltd.
En 2019, el equipo dirigido por Corey Malcom, comenzó a despejar el lugar. Sin embargo, sabía que la mayoría de las naves acabaron destrozadas por los huracanes, por lo que había que seguir las pistas que daban los restos forenses.
Tras un arduo trabajo, se descubrieron varios artefactos, como puños de piernas humanas. Según Malcom, "hay cosas por todas partes [...] que encajan en nuestro escenario de Nimble lanzando un montón de balas de cañón de hierro. Cuando combinas todas esas balas de cañón de hierro con el resto de las pruebas, encajan perfectamente en el registro histórico".
Guerrero era ahora un montón de destrucción, destrozado por cientos de huracanes; su estructura había quedado esparcida por todas partes. Pero el sentimiento del equipo cuando llegaron a la conclusión de que era el gran barco, el hogar despiadado de los recuerdos afroamericanos rotos, fue finalmente de logro. Wimberley, un instructor de buceo, resumió las emociones: "Es una especie de experiencia oscura [...] Es dar voz a la gente queya no tienen voz, y de eso se trata toda esta experiencia".