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El tacto es un sentido muy refinado del cuerpo humano. Aunque muchas veces sea imperceptible, las yemas de los dedos pueden registrar variaciones mínimas en una superficie. En este sentido, una investigación acaba de demostrar que los dedos pueden percibir cambios de un solo átomo en la molécula de un determinado material.
Para ello, los investigadores de la Universidad de Delaware utilizaron microcapas de silano, un material derivado del silicio, para comprobar la sensibilidad de los dedos. Los investigadores colocaron estas capas individuales de silano sobre una superficie más lisa que la percepción humana, para evitar la confusión con el material que se estaba probando.
Imagen: PublicDomainPictures/Pixabay
Después, una persona voluntaria pasó su dedo por la superficie y a partir de ahí los autores realizaron análisis matemáticos de las respuestas. Resultó que en el 68% de los casos, el tacto del dedo era capaz de diferenciar entre materiales muy similares.
Algunos de estos materiales probados (silano con ligeras variaciones) cambiaron sólo un átomo. Por ejemplo, hubo un cambio en la molécula entre un átomo de nitrógeno y un átomo de carbono. De manera impresionante, los investigadores pudieron concluir que los dedos pueden distinguir incluso este intercambio de sólo un átomo dentro de la molécula del material.
El estudio demuestra, por tanto, que algunas partes del cuerpo humano pueden percibir no sólo variaciones físicas (como la forma y la temperatura), sino también químicas, en la propia composición de las moléculas.
Sensibilidad de los dedos e interpretación del cerebro
Cuando tocas algo, tus dedos envían una señal al cerebro. Esta señal sólo llega a tu sistema nervioso a través de un intrincado conjunto de neuronas y nervios. Una vez en el cerebro, tu materia gris interpreta lo que está ocurriendo y envía una señal de vuelta, indicando una reacción. Este fenómeno, que se llama arco-reflejo, ocurre en milisegundos y es involuntario.

Imagen: Colin Behrens/Pixabay
Sin embargo, conociendo la diferenciación química de nuestro tacto, la ingeniería de materiales puede tener un campo de investigación completamente nuevo. Charles Dhong, autor principal de la investigación, afirma, por ejemplo, que a partir de este conocimiento será posible crear texturas superrealistas para la realidad virtual.
Dhong afirma, en este sentido, que las posibilidades aún no están del todo claras. Sin embargo, el modelado químico de los materiales para el tacto debería crear nuevas tecnologías innovadoras que exploten este sentido, al alcance de la mano.
El artículo está disponible en la revista Soft Matter.