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La roca más caliente descubierta en la corteza terrestre se encontró por primera vez en 2017 y se informó ese mismo año en una investigación publicada en la revista Earth and Planetary Science Letters. En ese momento, se informó que la roca se había formado a temperaturas de hasta 2.370 °C, más caliente que gran parte del manto de la Tierra.
Recientemente, un nuevo análisis de rocas ha demostrado que este registro es real. Las rocas analizadas pertenecen al cráter de Mistastin, situado en Labrador, Canadá.
El cráter, que se formó hace 6 millones de años y tiene 28 kilómetros de ancho, formaba parte de un estudio financiado por la Agencia Espacial Canadiense, que mostraba cómo coordinar a los astronautas y los rovers en la exploración de otros planetas.
La confirmación de la temperatura de la roca más caliente
Cuando los investigadores analizaron la roca encontrada en el cráter de Mistastin, que se parece mucho a los cráteres lunares, encontraron en ella circones, un mineral extremadamente duradero que se cristaliza cuando se expone a altas temperaturas.
Analizando la estructura de un circón, es posible averiguar la temperatura a la que se formaron. Para ello, el investigador postdoctoral Gavin Tolometti, de la Universidad de Western (Canadá), y sus colegas, analizaron cuatro circones procedentes del cráter en muestras de diferentes tipos de rocas locales, para obtener una visión más completa de cómo el impacto calentó el suelo.
Entre las muestras, una procedía de una roca vítrea que se formó por impacto, otras dos pertenecían a rocas que se fundieron y solidificaron, y una era de una roca sedimentaria que contenía fragmentos de vidrio formados por impacto.
Los resultados del análisis mostraron que los circones vítreos se formaron a una temperatura de 2.370 °C, tal y como indicaba la investigación de 2017. Además, la investigación actual mostró que la muestra recogida de la roca sedimentaria vítrea se calentó a una temperatura de 1.672 °C.
La importancia del descubrimiento
La confirmación de la temperatura de la roca más caliente realizada por los científicos, también ha ayudado a los investigadores a acotar mejor los lugares donde se buscan rocas sobrecalentadas.
"Estamos empezando a darnos cuenta de que si queremos encontrar pruebas de temperaturas tan elevadas, tenemos que buscar en regiones específicas en lugar de seleccionar al azar todo un cráter", dijo Tolometti en un comunicado.
Además, los investigadores también encontraron un mineral llamado reidita dentro de los granos de circón del cráter. Las reiditas se forman cuando los circones sufren altas temperaturas, y su presencia permite a los científicos calcular con mayor precisión las presiones que sufrieron las rocas en el impacto.
Estos hallazgos, realizados en el estudio de la roca más caliente, podrían utilizarse también en otros cráteres de la Tierra: "Podría ser un paso adelante para intentar comprender cómo se han modificado las rocas por los cráteres de impacto en todo el sistema solar", dijo Tolometti.