Pareidolia: ¿por qué vemos caras en objetos inanimados?

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Ricky Joseph

El cerebro humano tiene una capacidad peculiar: puede reconocer rostros en objetos inanimados. Se trata de un fenómeno conocido como pareidolia y, según un estudio reciente, las ilusiones cómicas surgen porque las neuronas que codifican las características de los rostros humanos también realizan este procedimiento en otras imágenes.

La pareidolia facial consiste en la capacidad de nuestro cerebro de ver rostros en los elementos más diversos, como la supuesta cara enorme en el desierto de hielo de la Antártida, cuya existencia ha sido puesta en duda por muchos. Así, las neuronas son capaces de extraer información social importante, como la emoción que retratan.

Las neuronas son responsables de que veamos las caras en objetos distintos

Investigaciones anteriores ya indicaron que las neuronas son capaces de modificar la lectura en función de la información procesada previamente. Según el autor Colin Palmer, de la Escuela de Psicología de la UNSW, en Australia, algo repetido puede cambiar nuestra forma de ver.

"Si uno ve repetidamente imágenes de caras que miran a su izquierda, por ejemplo, su percepción cambiará con el tiempo de modo que las caras parezcan mirar a la derecha de lo que realmente son", explica.

El hecho es que los seres humanos tienden a creer en cosas extrañas, por diversas razones. Hay algunas condiciones que conducen a esto, como la búsqueda de respuestas y los altos niveles de incertidumbre. Así que la pareidolia sería otra de estas condiciones.

Dos ojos y una boca: no hace falta mucho para que nuestro cerebro construya una cara.( Imagen: Pixabay)

La pareidolia es una parte importante de la evolución humana

Para comprobar si esta teoría puede aplicarse a la pareidolia facial, los investigadores mostraron a los voluntarios varias imágenes de objetos inanimados que parecían tener caras, todas ellas dirigidas en la misma dirección.

Curiosamente, cuando los participantes en el estudio veían rostros humanos reales que miraban en su dirección, tendían a percibir los rostros que miraban en dirección contraria a los rostros de la pareidolia.

Tras ver imágenes como cajas, bolas de bolos y bolsos que parecían tener las caras giradas hacia la izquierda, imaginaron que los rostros humanos estaban girados hacia la derecha.

"Esto es una prueba del solapamiento de los mecanismos neuronales que se activan cuando experimentamos pareidolia facial y cuando miramos rostros humanos", explicó Palmer.

Según los autores del estudio, esta capacidad de percibir rostros en los objetos más extraños es una evolución humana, programada para ayudar a leer las expresiones faciales. De hecho, es algo importante para una especie que depende de las interacciones sociales para sobrevivir y crecer, aunque a veces genere confusión.

El estudio se publicó en la revista Psychological Science, con información de IFL Science.

Ricky Joseph es un buscador de conocimiento. Él cree firmemente que a través de la comprensión del mundo que nos rodea, podemos trabajar para mejorarnos a nosotros mismos y a nuestra sociedad en su conjunto. Como tal, ha hecho que la misión de su vida sea aprender todo lo que pueda sobre el mundo y sus habitantes. Joseph ha trabajado en muchos campos diferentes, todos con el objetivo de ampliar sus conocimientos. Ha sido maestro, soldado y hombre de negocios, pero su verdadera pasión radica en la investigación. Actualmente trabaja como científico investigador para una importante compañía farmacéutica, donde se dedica a encontrar nuevos tratamientos para enfermedades que durante mucho tiempo se han considerado incurables. A través de la diligencia y el trabajo duro, Ricky Joseph se ha convertido en uno de los principales expertos en farmacología y química médica del mundo. Su nombre es conocido por científicos de todo el mundo y su trabajo continúa mejorando la vida de millones.