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Hay algunos escarabajos, gorgojos e incluso otros arácnidos que se parecen a las garrapatas. Pero para diferenciarlos, primero hay que saber cómo es una garrapata.
Las garrapatas son arácnidos, lo que significa que siempre tendrán ocho patas. Para conocer las diferencias, hay que analizar los aspectos físicos de cada una de las criaturas.
Gorgojos

Imagen: iStock
Los gorgojos se confunden a menudo con las garrapatas porque son de color marrón u oscuro, similar a estos arácnidos. En la fase de ninfa, son pequeños y pueden confundirse con garrapatas por su aspecto físico.
Los gorgojos no son peligrosos para la especie humana, y es posible diferenciarlos de las garrapatas por el número de patas, ya que estas últimas siempre tendrán seis, al igual que otros arácnidos (arañas y escorpiones).
Las garrapatas tampoco tienen alas, y los gorgojos en estado de ninfa sí.
Escarabajo araña

El escarabajo araña se parece a una araña, ya que sus antenas crean una ilusión cerca de la parte superior de la cabeza, imitando las patas delanteras del arácnido. Tampoco son peligrosos para los humanos, y también es posible diferenciarlos por el número de patas, ya que sólo tienen seis.
Además, la coloración brillante del caparazón también es una diferencia notable respecto al color opaco de la mayoría de las especies de garrapatas.
Ácaros

Imagen: Tomasz Klejdysz/Shutterstock
Algunas especies de ácaros se confunden con garrapatas, como el ácaro del trébol y el ácaro del terciopelo rojo. También son arácnidos, no insectos, pero estas especies son muy pequeñas, siendo la primera pista de que no son una garrapata, que es notablemente más grande que cualquiera de estos ácaros.
Además, la coloración rojiza de estas dos especies también es una diferencia, ya que las garrapatas nunca tienen ese color.
Bicho marrón

Las chinches marrones no son peligrosas para el ser humano, aunque pueden resultar molestas, sobre todo por su desagradable olor. Su cuerpo es de color marrón, con marcas de color rojo anaranjado, algo habitual en muchas especies de garrapatas.
Sin embargo, el número de patas también diferencia a la chinche marrón de la garrapata, que siempre tiene ocho. Además, la chinche marrón en la fase de ninfa tiene alas, algo que la garrapata nunca tiene.
Escarabajo de la alfombra

Imagen: Tomasz Klejdysz/Shutterstock
Los escarabajos de la alfombra pueden ser una molestia en el hogar, pero son diferentes de las garrapatas, y no son parásitos. Tienen caparazón redondeado, y son de color marrón y blanco, pero el número de patas vuelve a marcar la diferencia entre estas criaturas y las garrapatas.
Los escarabajos siempre tienen seis patas, y las garrapatas, ocho. Además, el caparazón del escarabajo de la alfombra es brillante, mientras que el de la garrapata es opaco y sin brillo.
Pulgas y piojos
Estos dos parásitos son insectos, no arácnidos como la garrapata. Las pulgas se identifican por sus cuerpos planos y segmentados lateralmente y por su coloración marrón translúcida. Los piojos tienen cuerpos largos y segmentados, patas en forma de cangrejo y un cuerpo transparente.
Tanto las pulgas como los piojos son bastante pequeños, pero las pulgas transmiten enfermedades peligrosas, mientras que los piojos son más molestos que peligrosos.
Tanto los piojos como las pulgas tienen seis patas, mientras que las garrapatas tienen ocho, así como un cuerpo redondeado y de color opaco.
Chinches de cama
Las chinches de la cama no son portadoras de las peligrosas enfermedades que se observan en algunas especies de garrapatas, pero siguen siendo parásitos. Su coloración es marrón rojiza y su cuerpo es ovalado, por lo que pueden confundirse con una garrapata.
Pero además de tener seis patas, por ser un insecto, las chinches son también más grandes. Además, en general, el cuerpo de las chinches es más plano, y el de las garrapatas es más alargado.
Además, su número variará, ya que sólo se verán de una a cuatro garrapatas en la ropa, mientras que las chinches pueden causar infestaciones, ya que se reproducen rápidamente.